Cómo actuar para seguir siendo competitivo en la era digital

A medida que las operaciones de manufactura se vuelven cada vez más digitales, el pensamiento innovador es la clave para seguir siendo competitivo en estos tiempos de incertidumbre económica. El concepto de «trabajar en el negocio», no sólo dentro del negocio, está está aumentando por sus cualidades transformadoras.

Este concepto fue popularizado por primera vez por Michael Gerber en su libro seminal, The E-Myth Revisited. Aunque en él se aborda principalmente el tema del fracaso de las empresas y la forma de evitarlo, los directivos pueden aplicar muchas de las lecciones del libro también a las operaciones de manufactura.

 

Pasar del «trabajar dentro de la empresa» al «trabajar en la empresa»

Los empleados de todo el mundo se presentan a trabajar durante un número de horas acordado con la intención de conseguir resultados para la empresa y sus clientes. A cambio, ganan un salario y quizás algunos beneficios para los empleados, lo que siempre ha sido la norma. Sin embargo, a medida que las operaciones sigan aplicando tecnologías digitales, el trabajo en la empresa se automatizará más mediante el proceso de simplificación y estabilización.

Aunque las máquinas no han suplantado por completo a los trabajadores humanos, los ejecutivos de las empresas se enfrentan a una inmensa presión de los accionistas para satisfacer las demandas de beneficios a corto plazo. Los directivos recurren a la automatización en todos los ámbitos para satisfacer estas demandas, simplemente porque las máquinas facilitan el trabajo. De hecho, el Informe In(Sight) 2020 de WorkMarket reveló que el 41% de los líderes empresariales utilizan actualmente tecnología de automatización de la mano de obra.

Alrededor del 53% de los empleados encuestados indicaron que podrían ahorrar hasta dos horas al día mediante la automatización de tareas, lo que equivale a unas 20 horas al mes. Y, en contra de la narrativa general sobre la automatización, los líderes empresariales también creen que podrían ahorrar un tiempo considerable automatizando las tareas mundanas y no esenciales, como los informes de gastos. Alrededor del 78% de estos líderes creen que podrían ahorrar hasta tres horas al día mediante la automatización, lo que equivale a unas 30 horas al mes.

Aquí es donde el enfoque cambiaría para trabajar en el negocio y no sólo dentro de él. Según los resultados del informe de WorkMarket, el tiempo que se ahorrarían tanto los empleados como los directivos les permitiría dedicar más tiempo a perfeccionar los proyectos de trabajo (41%) y a mejorar las relaciones con los clientes (33%), a pesar de que algunos detractores afirman que los robots están a punto de sustituir los trabajos humanos. En realidad, sólo un pequeño porcentaje de empleados cree que su función podría ser completamente automatizada.

En cambio, la automatización está preparada para liberar a los trabajadores humanos de las tediosas tareas no esenciales para que puedan centrarse más en el pensamiento innovador y la mejora continua. Esto pondrá a la empresa en una fuerte trayectoria de crecimiento para satisfacer las crecientes demandas de la revolución tecnológica.

 

Estrategias para trabajar en la empresa

Trabajar en la empresa sigue siendo una necesidad, ya que es donde se desarrollan las actividades cotidianas del funcionamiento de la empresa. La clave es encontrar un equilibrio donde liberar tiempo sea un gran elemento facilitador.. Los resultados sostenibles y a largo plazo sólo pueden conseguirse si se trabaja tanto dentro como en la empresa. Aunque esto último es más proactivo, descuidar el trabajo dentro la empresa puede hacer que los proyectos fracasen antes de que el trabajo que se ha realizado en la empresa pueda dar sus frutos.

Trabajar en la empresa se refiere al trabajo de mejora, en el que a menudo se crean formas de trabajo totalmente nuevas. Es donde se contruye la verdadera excelencia operacional que los líderes empresariales con visión de futuro consideran cada vez más como un motor crítico de la ventaja competitiva.  Ellos entienden que la excelencia operacional ya no es sólo una herramienta para mejorar los procesos a nivel operativo.

A continuación se exponen cinco acciones que los líderes empresariales pueden llevar a cabo para empezar a trabajar en la empresa de forma eficaz:

1. Delegar

Aunque es un reto, delegar es una actividad saludable y vital para el crecimiento de una empresa. No es un signo de debilidad, sino de buen liderazgo. Al delegar tareas específicas, los líderes quedan libres para centrarse en actividades de mayor valor y utilizar su tiempo de forma más productiva, como por ejemplo para el pensamiento estratégico.

2. Identificar una forma de diferenciarse más

En lugar de intentar eliminar a la competencia, busque formas innovadoras de separarse realmente de las empresas similares de su sector. En el libro «Good Strategy Bad Strategy», el autor Richard Rumelt afirma que uno de los pilares de una buena estrategia es asegurarse de que su ventaja competitiva sea difícil de copiar por los competidores.

3. Automatizar las tareas que consumen tiempo

La automatización de unas pocas tareas dispersas no va a mostrar un gran retorno de la inversión. Sin embargo, la automatización del trabajo de muchos equipos pequeños que realizan varias tareas interconectadas proporcionará un mayor valor y puede aumentar significativamente la productividad de los empleados.

4. Obtener la opinión de los empleados sobre cómo mejorar la empresa

Los empleados de todos los niveles tendrán ideas sobre cómo pueden mejorar la empresa o los procesos. Puede que tengan formas de hacer avanzar la empresa que usted no haya considerado antes. También ayuda a fomentar el compromiso, un requisito fundamental para el éxito de la mejora continua.

5. Encuentre una métrica que conozca poco

Tal vez sea un especialista en la cadena de suministros, pero sabe poco sobre los cambios, o no está seguro de calcular los porcentajes de OEE. Elija un área en la que crea que la empresa puede mejorar y haga un seguimiento riguroso de las métricas pertinentes. 

La ventaja competitiva hoy y en el futuro sólo vendrá transformando su negocio de punta a punta, función por función y proceso por proceso. Seguir un enfoque integral y cohesivo para la generación de valor le dará ventaja sobre sus competidores, incluso en tiempos de incertidumbre económica.

 

Superar el reto del desapego

A pesar de los claros beneficios de la automatización, sigue existiendo el riesgo de que los empleados se desconecten de su entorno de trabajo. Por ejemplo, es posible que ya no identifiquen las oportunidades de mejora o que les falte el deseo de seguir aprendiendo.

En cualquier organización, la cultura suele ser el obstáculo más importante para la transformación, sobre todo en los entornos de manufactura. Mientras que la transformación digital consiste en acertar con las inversiones en Capex y tecnología, la gestión de las personas puede resultar más compleja.

Si bien es cierto que los humanos pueden no ser tan eficientes o rápidos en la realización de ciertas tareas automatizadas, tienen un conjunto de habilidades mucho más versátil y dinámico. Los robots, en cambio, son muy buenos para hacer una cosa concreta. Por lo tanto, es esencial subrayar que la automatización no es un medio para eliminar a las personas del proceso. Por el contrario, la tecnología les ofrece la oportunidad de trabajar de forma más inteligente y aumentar su propia eficiencia dejando que los ordenadores se encarguen del trabajo más repetitivo. Al mismo tiempo, asumen funciones más avanzadas en el proceso.

Tal vez el componente más crucial de una transformación digital exitosa es incrustar el espíritu de la empresa en la fibra misma de la organización. La inversión constante en programas de mejora continua garantizará que los proyectos sean reproducibles y ampliables, y que se sienten las bases para una transición exitosa a un entorno digital.

En una empresa eficiente, los empleados son entrenados – y capacitados para buscar la mejora continua, y las técnicas y herramientas disponibles para ellos están integradas en la cultura de la empresa. En un futuro previsible, los líderes de la industria manufacturera que deseen alcanzar niveles de desempeño de clase mundial y obtener una ventaja competitiva tendrán que fomentar una visión de flujos de trabajo simbióticos entre humanos y robots hacia esta forma de organización de aprendizaje.

 

Utilización de datos y análisis para impulsar la mejora

La capacidad de analizar grandes cantidades de datos estructurados y no estructurados para obtener información, a menudo en tiempo real, es la base de la mayoría de los esfuerzos de transformación digital. Junto con la proliferación de dispositivos conectados a Internet, el aumento de los ecosistemas empresariales conectados a nivel mundial y la evolución de los modelos empresariales digitales basados en datos, exige que las empresas construyan una plataforma digital modular pero cohesionada, alimentada por big data procedente de diversas fuentes.

Cuando los datos y la analítica convergen, el cambio real se hace posible. Organizaciones de todo el mundo están utilizando sus grandes cantidades de datos para resolver problemas, predecir el comportamiento de los clientes y mejorar continuamente las operaciones. Estos datos les ayudan a aumentar la eficiencia de toda su cadena de valor y a mejorar funciones como la manufactura, la distribución, la logística y las ventas. El desafío es extraer los datos correctos de las operaciones y crear análisis que proporcionen una retroalimentación valiosa para impulsar la mejora.

Una de las herramientas digitales disponibles para este proceso de extracción de datos son los sistemas de borde de tierra. Utilizados para extraer datos de una línea de producción o de una máquina durante un breve periodo, estos sistemas identifican problemas específicos relacionados con una iniciativa de mejora enfocada o un análisis inicial de pérdidas y desperdicios. También proporcionan la prueba de un problema y los datos necesarios para un análisis eficaz de la causa raíz. Una vez resuelto, proporciona pruebas de la mejora e incluso podría llamar la atención sobre las oportunidades de seguir mejorando.

 

La esencia de la transformación

Puede que el término transformación digital esté un poco trillado pero no es una moda pasajera. Al contrario, los pioneros digitales están cosechando verdaderos beneficios empresariales de sus inversiones en transformación digital. En sus primeras etapas, los esfuerzos de transformación digital pueden proporcionar ahorros en gastos y ganancias de eficiencia que pueden financiar inversiones en innovación, nuevos negocios y crecimiento acelerado. Estas ganancias significan que tiene el potencial de autofinanciarse.

Sin embargo, en la industria manufacturera, la transformación digital no consiste únicamente en automatizar la línea de montaje o analizar mejor los datos existentes. Esto implica un cambio de mentalidad, enfoques y nuevas formas de resolver los problemas. Por tanto, las empresas que cuentan con una base de buenas prácticas en cuanto a personas, procesos y tecnología están bien posicionadas para tener éxito en su transición gradual hacia la próxima generación de sistemas de producción, también denominados sistemas operativos digitales (DOS).

Además de contar con una sólida base de buenas prácticas, las empresas deben asegurarse de que su estrategia de implantación de DOS se corresponde con su actual estado de madurez operacional. Una evaluación de la madurez revelará el estado de referencia actual de la empresa y pondrá de relieve las áreas de interés clave. Esto ayudará a trazar un proceso de implantación que se centre en la adopción de nuevas tecnologías y procesos al ritmo adecuado. Si la excelencia operacional no está en un nivel suficientemente alto, una organización tendrá dificultades para obtener los beneficios de cualquier nueva tecnología.

La adopción y optimización de la tecnología constituyen la base del éxito de la implementación de DOS, permitiendo a una organización optimizar las actividades de manufactura diarias e implementar iniciativas de mejora global.

El entorno de la manufactura está evolucionando, y mantenerse a la cabeza en un mercado altamente competitivo requiere un compromiso para trabajar tanto dentro como fuera de la empresa, e impulsar la mejora continua en toda la organización.

 

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