El poder de los datos y la analítica en las fábricas del futuro

La pandemia de COVID-19 ha creado un contexto empresarial difícil. Como resultado de los continuos cierres en todo el mundo, muchas empresas manufactureras se enfrentan a inmensas presiones financieras mientras luchan por adaptarse a la «nueva normalidad». En tiempos de incertidumbre, es comprensible que los directivos se sientan tentados a reducir la inversión y, en su lugar, a cerrar las compuertas para hacer frente a la tormenta. Sin embargo, este enfoque a menudo se queda corto, especialmente cuando se trata de la necesidad urgente de una transformación digital en la organización. La realidad es que aprovechar el poder de los datos y la analítica puede ayudar a los manufactureros a asegurar sus posiciones en un mundo en constante cambio, y fortalecer sus operaciones contra cualquier tormenta.

La pandemia ha acelerado, sin duda, la necesidad de las empresas de adoptar la tecnología digital. Sin embargo, la Industria 4.0 ya estaba en marcha antes de que la pandemia se produjera, perturbando y desafiando al sector manufacturero a rediseñar el sistema de producción empresarial para una mayor creación de valor. Cada vez hay más conciencia de que las tecnologías digitales pueden ayudar a las empresas a rediseñar sus sistemas y redes de suministro para aprovechar un mayor potencial de productividad, así como la competitividad global.

 

Utilizar los datos y la analítica para impulsar la fábrica del futuro

Cuando los datos se sitúan en el epicentro, las operaciones de manufactura se benefician de los análisis avanzados y de una mayor colaboración. Los datos recogidos en tiempo real, alimentados a través de modelos analíticos y accesibles a través de la red de producción y la cadena de suministros extendida son poderosos. Una fábrica inteligente es aquella que puede identificar el valor de sus datos y aprovecharlos para aplicaciones predictivas y autónomas. Los datos compartidos y con valor son cruciales para el pensamiento empresarial competitivo y la toma de decisiones estratégicas, mejorando los resultados operativos y tácticos.

Sin embargo, situar los datos en el centro de las operaciones de una organización requiere una implantación integrada respaldada por una estrategia bien planificada y gestionada. La transición de una organización desde sistemas anticuados a plataformas tecnológicas basadas en datos puede ser un proceso intimidante si no se gestiona con cuidado. Con demasiada frecuencia surgen problemas durante la implementación que comprometen el viaje digital de la empresa. Entre ellos se encuentran la falta de orientación del liderazgo, una comunicación deficiente, una colaboración interdepartamental limitada, la confusión de los empleados y, sobre todo, una comprensión limitada de los motores del cambio. Una organización digitalizada con éxito la construyen los líderes que aceptan el rápido ritmo de los avances tecnológicos y reconocen la importancia de los datos y los análisis en sus estrategias empresariales.

 

La capacidad de «pensar en datos”

Son muchos los factores que hay que tener en cuenta a la hora de situar los datos como enfoque de una organización. Una empresa digitalmente habilitada e impulsada por datos requiere que los líderes de datos y análisis garanticen una implementación perfecta. Estos Directores de Datos (CDO, por sus siglas en inglés) trabajan con sus colegas directivos; directores generales, directores de informática, directores de marketing y directores financieros, para avanzar en el uso de los datos y la analítica dentro de la empresa. Los CDO guían a la organización en su conjunto para «pensar en datos» y resolver los problemas empresariales desde una perspectiva basada en los datos. Para integrar los datos en el núcleo de una empresa, el CDO debe adoptar un enfoque integral en la mejora continua. A cambio, el uso del análisis de datos permite la mejora continua y ayuda a impulsar el viaje de transformación digital de la empresa.

Los datos y la analítica desempeñan un papel importante en la «mejora integral», ya que permiten seguir las etapas de la implantación e integración digital. Los principios de la mejora integral incorporan la colaboración, el intercambio de conocimientos y los incentivos para crear una cultura operativa de resolución de problemas que esté unida en su búsqueda de la transformación digital. El análisis de los datos es la clave del éxito, ya que informa de las métricas para que los directores de operaciones y sus equipos puedan cultivar los procesos y las personas -así como construir los sistemas operativos digitales (DOS)– necesarios para lograr una ventaja competitiva sostenible.

 

 

Datos y análisis avanzados: los bloques de construcción de DOS

Los fabricantes con visión de futuro están aprovechando las nuevas tecnologías, como el big data y la analítica, para construir fábricas del futuro que puedan soportar los cambios de la demanda con mayor adaptabilidad. Un DOS es la realización definitiva de poner los datos en el centro, rediseñando los sistemas de producción mediante la incorporación de los principios de negocio lean con la fabricación inteligente.

Con los datos y la analítica avanzada en el núcleo de la empresa, DOS puede proporcionar a los fabricantes un sinfín de oportunidades para desbloquear el valor en sus cadenas de suministro, mejorando las operaciones para obtener mejores resultados empresariales. La intersección de lean y digital fusiona los principios de IC con la visibilidad de los datos en tiempo real, el análisis profundo de datos y el intercambio de datos sin fisuras en toda la organización para agilizar su rendimiento diario y mejorar sus capacidades de fabricación.

 

Datos y madurez digital: un viaje integrado de mejora

Para alcanzar la madurez digital, las organizaciones de fabricación deben perseguir la mejora integradora, el siguiente nivel de la IC. Este enfoque avanzado de la IC incorpora la excelencia en toda la organización mediante la integración de todas las funciones y procesos de la cadena de valor. Los datos y la analítica son clave en este viaje, ya que ambos ayudan a seguir y revisar el progreso, destacando las áreas de mejora y manteniendo a las partes interesadas responsables de las métricas.

La adhesión a los siguientes cinco principios integrados de IC ayudará a las organizaciones a utilizar los datos para lograr una madurez digital duradera y una ventaja competitiva sostenible:

1. Construir una cultura de colaboración en el lugar de trabajo y animar a resolver los problemas

2. Unir a los empleados en la búsqueda de objetivos organizativos claramente definidos, bien comunicados y compartidos.

3. Utilizar los datos para desarrollar indicadores clave de desempeño, incentivos, programas de capacitación y oportunidades de intercambio de conocimientos.

4. Desmantelar las funciones aisladas y construir una organización con flujos de información transparentes.

5. Inculcar una cultura de liderazgo que motive y apoye a sus equipos para que se esfuercen por alcanzar la excelencia.

El uso de datos en tiempo real y de análisis avanzados es clave para el éxito de un enfoque de mejora integrada de la madurez digital. A medida que una organización madura de forma constante, las métricas, personas, procesos, tecnologías y las funciones acabarán alineándose para crear una red de valor holística, integral y orientada a la demanda.

Sin embargo, alcanzar estos niveles de madurez digital no está exento de complejidades. La adopción de DOS por parte de una organización y su cambio a un sistema de producción basado en datos y análisis puede causar trastornos si no se gestiona con cuidado y correctamente. Los problemas suelen surgir cuando las nuevas tecnologías se introducen poco a poco y sin consenso de liderazgo. La falta de estrategia da lugar a una implementación fragmentada que socava las ventajas de las nuevas tecnologías y puede provocar la desvinculación de los empleados.

 

Plan de trabajo basado en datos para la madurez digital

El éxito de la transformación digital requiere un plan. Para aprovechar los beneficios de su cambio a DOS, un fabricante necesita fomentar una cultura organizativa orientada a lo digital y con fluidez tecnológica a través de:

1. La adhesión de la gente: Esto requiere una mayor capacidad de liderazgo interpersonal para comunicar una visión digital compartida. Los empleados deben sentirse lo suficientemente seguros como para aceptar la disrupción y adoptar la agilidad. El análisis de datos puede revisar y perfeccionar los indicadores clave de desempeño (KPI) e identificar lagunas importantes en la formación.
2. Desarrollo de competencias: Una organización es tan buena como las personas en las que invierte. Es esencial contar con una plantilla dispuesta y capaz, pero los empleados necesitan una formación continua para aprovechar el poder de las nuevas tecnologías. Las competencias digitales deben integrarse en toda la empresa.
3. La tecnología adecuada: Con todas las opciones disponibles, elegir la tecnología adecuada es difícil. Los fabricantes deben evaluar primero su arquitectura informática: ¿está integrada en toda la organización o es una función aislada? Si está aislada, es imperativo rediseñarla y debe gestionarse de inmediato para permitir la mejor elección de la tecnología adecuada. La integración de las tecnologías de proveedores y clientes es la siguiente prioridad; un sólido proceso de revisión que incluya datos y análisis puede ayudar a trazar un calendario realista.

La pandemia de COVID-19 ha acelerado la Industria 4.0, con especial énfasis en el sector manufacturero. Los argumentos empresariales para la adopción de la tecnología digital son innegables, ya que la incertidumbre prevalece y la demanda sigue cambiando. Aprovechar el poder de los datos y la analítica para informar de la transformación tecnológica de una organización, así como de su estrategia de mejora integral, es crucial. La fábrica del futuro se construye con los datos en el centro y guiada por personas que creen en el poder de la información sólida, revisada y compartible para obtener mejores resultados empresariales.