4 factores clave en la evaluación de madurez para implementación del sistema DOS

En el acelerado y cambiante mundo actual, las organizaciones deben tener capacidad digital y estar dispuestas a evolucionar continuamente. Un sistema operativo digital (DOS) es un sistema de producción avanzado que integra la manufactura inteligente con los principios de la producción lean. Con DOS, los fabricantes pueden adelantarse al cambio con agilidad y mantener las ventajas competitivas que tanto les ha costado conseguir. Una evaluación de la madurez es el primer paso crucial para determinar si una organización está preparada para DOS.

 

Los sistemas de producción empresarial establecidos que hacen hincapié en las operaciones lean se centran en mejorar la eficiencia de la organización. Al aprovechar tecnologías avanzadas y relevantes como el análisis de datos y el aprendizaje automático, DOS lleva este enfoque aún más lejos, aprovechando los principios de la mejora continua (CI). Gracias a sus avanzadas capacidades digitales, DOS no solo se centra en mejorar la eficiencia operativa diaria, sino que utiliza la analítica avanzada para aprovechar los datos con el fin de mejorar el desempeño general de la organización.

 

Descargue el libro blanco Sistemas Operativos Digitales: la próxima generación de sistemas de producción para los componentes de una transición exitosa a DOS.

DESCARGAR EL LIBRO BLANCO

 

Con el trabajo conjunto lean y digital, las organizaciones de manufactura pueden tomar decisiones empresariales mejores y más rápidas y beneficiarse de una cadena de suministros de alto rendimiento. Sin embargo, antes de realizar la transición a DOS, las empresas deben tener un conocimiento sólido de sus capacidades digitales existentes. Por lo tanto, una evaluación de la madurez digital es el primer paso crucial en cualquier estrategia de implementación de DOS.

 

La importancia de una evaluación de la madurez

Los cambios organizativos transformadores, incluso cuando son positivos, pueden provocar choques sistémicos que alteren a las personas e interrumpan su productividad. La transición digital de una empresa requiere una gestión cuidadosa, una implementación colaborativa y una comprensión clara de las capacidades de mejora digital e integral que ya existen, así como de las que no existen. Este punto de partida proporciona una base crucial que estabiliza el impacto del cambio.

Una evaluación de la madurez revisa los procesos, sistemas y habilidades actuales de una organización para determinar y diseñar una estrategia de implementación de DOS a medida. Los avances tecnológicos han ampliado el alcance y el potencial de la transformación digital; sin embargo, para lograr un éxito integral duradero, la mejora debe escalonarse en sintonía con la capacidad de cambio existente en la organización. Esto requiere una estrategia basada en el conocimiento específico de los procesos, las personas y los sistemas de la empresa.

 

Cómo abordar la evaluación de la madurez DOS

Para determinar los puntos de partida pertinentes para sus estrategias de implementación del DOS, las organizaciones de manufactura deberían revisar estas cuatro áreas prioritarias al evaluar sus niveles de madurez.

 

1. Capacidades digitales actuales

Para aprovechar las ventajas de DOS, las organizaciones deben evaluar sus estrategias empresariales actuales, sus competencias digitales, sus arquitecturas de TI, sus alineaciones de red, sus visiones de liderazgo y sus colaboraciones interdepartamentales. Al identificar las diferencias entre el estado básico de la empresa y el estado final digital deseado, la dirección puede elaborar un plan de trabajo adecuada para una transición sin problemas que logre su objetivo con un mínimo de molestias.

Algunas organizaciones manufactureras siguen inmersas en un diseño organizativo tradicional y aislado, mientras que otras están más avanzadas en su proceso de transformación digital. Para optimizar y hacer evolucionar las capacidades digitales existentes se requiere una mentalidad de «lo digital primero» integrada en la estrategia y los objetivos operativos de la empresa. El éxito de la transición a una DOS no es un mandato del departamento de TI; pertenece a la organización en su conjunto y depende de ella.

Para ello, el talento -en toda la empresa- debe estar capacitado para actuar con confianza digital. La curva exponencial de los avances tecnológicos significa que las competencias digitales deben renovarse constantemente. Por lo tanto, un programa formal de mejora de las competencias es parte integrante de la gestión de los recursos humanos de una organización. Las iniciativas de formación deben ser coherentes, pero también deben estar alineadas con la estrategia y el calendario de transformación digital de la empresa para seguir el ritmo de las mejoras y las exigencias del progreso.

 

2. Mejora integral 

La transformación digital de las organizaciones es un proceso que requiere un enfoque integral de la mejora continua. La mejora integral avanza en los principios tradicionales de la mejora continua al integrar todas las funciones -personas, tecnologías y procesos- de una organización. Esta sincronización está arraigada en la propia fibra de la empresa, por lo que es fundamental para el éxito de la implementación del DOS y, por tanto, para alcanzar excelencia operacional.

Los líderes de la mejora encargados del cambio organizativo transformador deben utilizar metodologías de mejora integral para guiar la implementación de DOS. Las áreas funcionales a las que hay que prestar atención son la calidad, la planificación y el mantenimiento, con el fin de mejorar el desempeño de la cadena de suministro integrándola perfectamente con las operaciones de manufactura. Esto refuerza las capacidades generales de la empresa para resistir futuros choques rompiendo todos los silos y conectando a los equipos a través de la colaboración basada en datos.

Una evaluación de la madurez realizada para informar de una estrategia de implementación de DOS necesita revisar los programas de mejora integral existentes y motivar la integración. Este cambio de enfoque permitirá a las empresas revisar cada paso de sus viajes de transformación digital, ayudar a los equipos a integrar las mejoras a medida que se produzcan y fomentar una adopción pertinente de las nuevas tecnologías para lograr mejoras de rendimiento sostenibles.

 

3. Alineación de las operaciones 

Las organizaciones manufactureras están sometidas a una presión cada vez mayor para mejorar su velocidad, agilidad y eficiencia con el fin de seguir siendo competitivas. Las cambiantes condiciones del mercado han puesto de manifiesto las limitaciones inherentes a los sistemas de producción ajustada, como la gestión de la calidad total (TQM), el sistema de producción de Toyota (TPS) y la manufactura de clase mundial (WCM). Estos sistemas basados en la producción ajustada no se crearon para los niveles de velocidad y agilidad que requiere una organización moderna. Sencillamente, son incapaces de aprovechar las ventajas de la tecnología avanzada y relevante y de alinear las operaciones para conseguir mejoras de rendimiento sostenibles.

La alineación operativa es clave para la mejora integral de una organización y para el éxito de la implementación DOS. Al conectar sus procesos internos con las partes interesadas externas, las organizaciones de manufactura pueden identificar mejor las posibles áreas problemáticas y los cuellos de botella en tiempo real para prestarles atención inmediata. Para beneficiarse de la alineación operativa, los empleados deben estar capacitados digitalmente y comprometidos con la realización de una mejora continua e integral.

Un indicador de una organización digitalmente madura es que ha aprovechado las nuevas tecnologías y habilidades para hacer converger con éxito los principios lean y digitales para lograr una mayor velocidad y agilidad. Una DOS de pleno derecho alinea los procesos de manufactura y los sistemas operativos con las cadenas de suministro y las redes de clientes para lograr este potencial digital transformador. Al evaluar esta alineación -o la falta de ella- en sus propias organizaciones, los equipos de gestión pueden identificar las brechas en sus niveles de madurez digital y abordarlas en sus estrategias de implementación de DOS.

 

4. Alineación de la cadena de valor 

Al igual que la alineación operativa, la alineación de la cadena de valor considera las redes externas de una organización, las cadenas de suministro y las partes interesadas como componentes integrales de su viaje de transformación digital. Cuando las personas, las tecnologías y los procesos se alinean eficazmente, las operaciones en silos se sustituyen por una red de valor orientada a la demanda (DDVN) de alto funcionamiento.

Una DDVN es un entorno empresarial impulsado digitalmente. Es capaz de identificar la demanda de los clientes en el punto de compra, producir con precisión para satisfacer la demanda, asumir compromisos de forma rentable a través de la planificación empresarial integral (PEI) y comprender instintivamente los patrones del mercado para garantizar que la innovación se base en el fomento del crecimiento sostenible.

Su capacidad para gestionar múltiples redes de partes interesadas y proveedores de forma holística para obtener el máximo valor habla del nivel de madurez digital de una empresa. Al revisar el impacto de sus clientes y de su red de valor, identificando las áreas problemáticas y sus causas, una organización puede evaluar su estado de madurez digital y aplicar una estrategia de DOS matizada para satisfacer las necesidades específicas de la empresa.

 

Utilice la evaluación de la madurez para desbloquear el poder DOS

DOS es el sistema de producción de nueva generación que aprovecha el poder de lean y lo digital para maximizar las operaciones de manufactura. La velocidad y la agilidad son los motores competitivos de la era digital. La manufactura inteligente puede desbloquear nuevos niveles de productividad organizativa, integrar las capacidades de manufactura del futuro y crear una ventaja competitiva sostenible para una empresa. Puede conectar a las personas y los procesos de toda la organización y hacer que las redes externas y las partes interesadas participen para obtener mejores resultados.

Un sistema de producción moderno utiliza las nuevas tecnologías para rediseñar las organizaciones de manufactura y hacer evolucionar sus sistemas de producción para mejorar la creación de valor. Un sistema de gestión de la producción implementado con éxito conecta una red de procesos internos con redes externas, alineando las operaciones de la fábrica con la cadena de suministros para lograr una mayor colaboración y eficiencia. Impulsado por los datos y potenciado por el talento digital, DOS recalibra el núcleo de una empresa, pasando de una cadena de suministros tradicional a una red de valor interconectada.

Para aprovechar el poder de DOS, los fabricantes deben comprender primero en qué aspectos de sus operaciones actuales son fuertes desde el punto de vista digital y en cuáles son débiles. Una evaluación de la madurez que aborde las cuatro áreas prioritarias mencionadas ayudará a cualquier organización a iniciar -o continuar- su viaje de transformación digital, proporcionándole aportaciones y conocimientos para una estrategia de implementación informada y relevante.

 

Visite nuestra página de recursos sobre sistemas operativos digitales y obtenga más información sobre cómo liberar el poder del DOS en su organización.