El impacto de la excelencia operacional en la manufactura digital
La manufactura se está volviendo digital. Robots más inteligentes, impresión en 3-D, grandes datos, comunicación máquina a máquina y movilidad son parte de una ola de tecnologías convergentes que juegan en la Industria 4.0. Está ganando fuerza en todo el mundo a medida que las organizaciones manufactureras buscan aprovechar los beneficios de una cadena de suministros moderna. En este blog, el Dr. Dino Petrarolo, Vicepresidente Senior de CCi, comparte ideas clave sobre lo que se necesita para que las organizaciones se beneficien realmente de la manufactura digital.
Para los fabricantes, el cambio a lo digital ha traído consigo una abundancia de nuevas herramientas diseñadas para construir fábricas más inteligentes y eficientes, creando oportunidades para desarrollar productos, materiales y técnicas innovadoras. Al mismo tiempo, las empresas de manufactura se están volviendo más complejas y dispersas a nivel mundial, lo que acelera la necesidad de aumentar la innovación, la colaboración y la visibilidad. Por lo tanto, los fabricantes se enfrentan a desafíos sin precedentes a medida que estas fuerzas económicas mundiales impulsan la competencia y abren oportunidades en nuevos mercados.
En primer lugar, tenemos que mirar a través de las industrias para ver cómo estas tendencias e hitos se llevan a cabo en la práctica. La convergencia de las aplicaciones en los teléfonos inteligentes es similar a la convergencia en la tecnología de los equipos: En la industria de las bebidas, por ejemplo, tradicionalmente se utilizaban tres máquinas diferentes para enjuagar, llenar y tapar una botella; desde hace algún tiempo, el trabajo lo realiza una máquina integrada («superbloque») a velocidades que a menudo superan las 17 botellas por segundo.
Aunque el mundo del trabajo está sujeto a cambios continuos impulsados por la globalización, las nuevas tecnologías y las demandas de la sociedad, siempre habrá algunos principios que se mantendrán. Como un simple ejemplo, solíamos comprobar el aceite de un vehículo de motor cuando íbamos a una gasolinera. Esta acción ha sido sustituida ahora por sofisticados sensores de detección que nos avisan cuando el nivel de aceite es bajo, pero el hecho de que el vehículo no debe funcionar sin aceite permanece. En otras palabras, la tecnología no sustituye la necesidad de comprensión. Por supuesto, los vehículos eléctricos pronto empezarán a cambiar mucho de esto también.
La tecnología sin duda simplificará las cosas, pero también creará un nivel de abstracción que puede ser derrochador o incluso peligroso. Considere las pantallas de control utilizadas en las salas de control: pueden mantener a los operadores alejados de los equipos reales que realizan la tarea, haciéndoles sentir una falsa sensación de seguridad de que «todo está bien», incluso si, por ejemplo, los sensores no funcionan correctamente. (El producto, la energía y/o el agua podrían ser «descargados para drenar» debido a válvulas o dispositivos defectuosos, creando un enorme desperdicio y costos).
A medida que las empresas manufactureras se vuelven más complejas, se requiere flexibilidad, eficiencia y una mayor colaboración para desarrollar y fabricar un número cada vez mayor de productos para satisfacer las demandas que cambian rápidamente. Los directores generales reconocen que para alcanzar estos objetivos empresariales y ser competitivos en un entorno de manufactura global, sus organizaciones necesitan hacer un mejor trabajo para hacer llegar la información correcta a las personas adecuadas en el momento oportuno, en un formato integral para poder tomar decisiones empresariales rápidas e inteligentes. La organización debe ser más receptiva a los cambios del mercado y a las condiciones operativas, sin sacrificar la eficiencia imperante.
Fundamentalmente, un enfoque incremental y basado en la madurez de la excelencia operacional prepara a la organización para adoptar y adaptar las nuevas tecnologías al ritmo correcto. Si la excelencia operacional no está a un nivel suficientemente alto, su organización luchará por obtener los beneficios de cualquier nueva tecnología. De hecho, un informe de investigación de McKinsey encontró que las empresas con los valores más altos en KPIs operacionales logran, en promedio, un margen de EBIT del 7% anual y un crecimiento de las ventas del 10% anual. Sin embargo, las empresas con necesidad de mejora operacional sólo logran un margen EBIT de aproximadamente el 5% y un crecimiento de las ventas del 5% anual.
Por lo tanto, un enfoque basado en la madurez es fundamental para las organizaciones que buscan avanzar hacia la próxima generación de sistemas de producción, también llamados sistemas operativos digitales. Para aprovechar realmente el beneficio de una cadena de suministros digital, las organizaciones deben asegurarse de que sus planes de transformación digital coinciden con su estado de madurez operativa.
Si bien la convergencia de la tecnología y la red se ha producido en muchas empresas manufactureras, el mayor desafío suele ser la convergencia organizativa y cultural. Esta convergencia es esencial para romper realmente las barreras y eliminar los silos de información y los sistemas aislados. Sólo entonces puede una organización manufacturera alinear la tecnología con sus objetivos comerciales y ser más receptiva y eficiente.
Por lo tanto, la capacidad competitiva no vendrá necesariamente de la automatización o la tecnología, sino de la adaptación y el uso creativo de las mismas. Ya estamos viendo que las prácticas fundamentales de compromiso de las personas – trabajo en equipo, liderazgo, alineación de objetivos, etc. – se están volviendo aún más importantes a medida que la tecnología se vuelve más sofisticada.
Para que una organización manufacturera aproveche todos los beneficios de las tecnologías de la próxima generación, es necesario que se produzca un cambio de cultura, asegurando que todos los empleados sean conscientes y apoyen la transformación y el desarrollo de las habilidades y el crecimiento necesarios para hacerla realidad.
Si se hace correctamente, la adopción de nuevas tendencias y tecnologías ayudará sin duda a acelerar el desarrollo de la madurez en las organizaciones. Sin embargo, al igual que un niño necesita pasar por fases de desarrollo antes de convertirse en adulto, lo mismo ocurre con las organizaciones: Puede acelerar el ritmo, pero no puede evitar las fases de crecimiento.
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